PPDHC

Inspirados en el partido de José Martí, el 20 de julio de 1988 se fundó en La Habana, el Partido Pro Derechos Humanos de Cuba (PPDHC) como el ala política del primer grupo defensor de los derechos humanos creado en el país. Poco tiempo después, el PPDHC pasó a ser independiente.

El PPDHC es precursor de la lucha no violenta en Cuba. Activistas del PPDHC colectaron y presentaron más de 10 mil firmas en apoyo de un  plebiscito que se solicitó para que el pueblo decidiera si quería cambiar el sistema de partido único por otro democrático (1988); crearon la primera logia masónica clandestina (1988); publicaron y distribuyeron en las calles capitalinas el zamistat "Franqueza" (1988); estuvieron presentes en la 1ra. Exposición de Arte disidente (1989); convocaron y efectuaron algunas de las primeras protestas populares (Iglesia de La Catedral en 1988 y Embajada de la URSS en 1989). Un activista del PPDHC fue el primer disidente que se postuló como delegado al Poder Popular (1989). Otro miembro del PPDHC fue uno de los tres denunciantes de que al general Arnaldo Ochoa lo drogaban antes de presentarlo en el tribunal que después lo condenó a muerte (1989). También fueron activistas del PPDHC quienes investigaron y revelaron al mundo el hundimiento del barco remolcador "13 de Marzo", en primicia por Radio Martí (1994). Un activista del PPDHC fundó la primera agencia de prensa independiente (Havana Press, 1995). Miembros del PPDHC  descubrieron y consiguieron las pruebas en 1994 y en 1996 sobre agentes del MININT infiltrados en grupos opositores que luego fueron destapados durante los Juicios de la "Causa de los 75" en 2003; El PPDHC empoderó e hizo posible las operaciones de la alianza Concilio Cubano (1995-1996). Miembros del PPDHC realizaron una huelga de hambre colectiva (Santa Clara, 1997). Activistas del PPDHC estuvieron junto a Laura Pollán y las Damas de Blanco en sus marchas (2010, 2011). El PPDHC tuvo más de 10 mil miembros en activo, creó la modalidad del "activismo encubierto", ha investigado y comunicado miles de denuncias de violaciones de derechos humanos, ha realizado innumerables colectas para paliar las necesidades de los presos políticos y sus familiares, entre otras actividades. El PPDHC ha sido mermado decenas de veces con todo tipo de operaciones militares represivas, pero siempre retoña como la buena simiente. Hoy, en contra de todos los pronósticos, el PPDHC prevalece por su estilo de trabajo en equipo y avanza hacia la batalla final blindado con la experiencia de

sus activistas, más capacitación, y la resiliencia que lo ha caracterizado.